Universidad
Y Conflicto Social
“Que La Universidad Se Pinte De Negro,
Que Se
Pinte De Mulato, No Sólo Entre Los Alumnos,
Sino También Entre Los Profesores; Que Se
Pinte De Obrero Y De Campesino, Que Se Pinte De Pueblo,
Porque La Universidad No Es El Patrimonio De
Nadie Y Pertenece Al Pueblo.”
A lo largo del tiempo se han
presentado antagonismos entre la clase poderosa y la clase popular, ya que cada
una representa intereses contrarios, teniendo en cuenta que son el origen y la
razón de la existencia prolongada del conflicto social y armado en Colombia. La
guerra que se libra al interior del país, la resistencia y defensa de los
derechos y lo perteneciente a las mayorías, es caracterizada como terrorista, subversivo
y por el contrario, el TERRORISMO DE ESTADO y la estructura sobre la que
descansa éste, se auto-proclama en “Defensa Del País Y Los Ciudadanos”.
Así mismo Dentro de la
distorsión de valores que hace la élite dominante, los responsables de la
guerra sucia son elevados a la categoría de “Héroes”; apoyándose de los medios
masivos de comunicación, empleándolos como una de sus armas mas efectivas de
alienación, por otro lado los que resisten y luchan en realidad por el cambio y
la transformación de una sociedad digna y justa al tamaño de los sueños del
pueblo son calificados de narcotraficantes, bandidos y terroristas.
La comunidad universitaria y
los estudiantes también defendemos los
intereses del pueblo porque somos pueblo, y hacemos parte de ese pueblo inconforme,
rebelde, soñador y transformador que resiste y lucha día a día, un ejemplo
claro de ello fue nuestra posición frente al rechazo de la Ley sobre la
educación superior. Sin embargo no es de ahora dichas luchas, sino también
desde Córdoba en 1918 los estudiantes les han hecho frente a las estructuras existentes,
en chile reclamaron educación para el pueblo y la obtuvieron. En Latinoamérica
y Colombia si es justo y necesario que el movimiento estudiantil nos movilicemos
en todo el país, lo haremos cuantas veces sea necesario.
El Estado a domesticado
ideológicamente la ciudadanía, para que sean funcionales al modelo neoliberal y
a la estrategia del imperialismo, por lo que es necesario fortalecer las
batallas actuales por la Soberanía, la autodeterminación, la democracia
participativa y la dignidad, serán uno de los objetivos claves de nuestras
generaciones, en donde muchos creen que hemos estado adormecidos y que tal vez
no hemos cumplido nuestro deber como en los años 60 y los 70, pero las
reivindicaciones que ha tenido el estudiantado han sido de distinto tipo;
algunas de tipo ideológico, político, social, cultural; por que aquí estamos y
seguiremos firmes, combativos y en pie de lucha resistiendo hasta las ultimas
consecuencias, los estudiantes con o sin capucha construyendo una sociedad
distinta desde las aulas a las calles.
Por supuesto la juventud
posee el papel fundamental y somos los protagonistas principales para lograr un
presente y un futuro distinto que muchos soñamos, por medio de la
participación, debate, tertulia, marcha como lo quieran llamar, empapados
necesariamente de una “UNIDAD”-
palabra que muchos no entienden ya sea por algún sesgo personal, por no
participación, desinterés, por intimidación, o porque las banderas no los deja -
La unidad de camaradas y hermanos en la educación y la política, no
necesariamente todos bajo la misma bandera ideológica – porque la tela teñida
de muchos colores, es más bella que la que está teñida de rojo, negro, blanco o
amarillo; pero si bajo la misma bandera de sueño, esperanza, resistencia, lucha
y “la educación” ya sea por vías pacíficas y masivas o por la lucha beligerante
si es necesaria.
La paz siempre ha sido la
utopía de las mayorías del país. Continúa siendo, el último recurso, cuando las
rutas institucionales y pacíficas para lograr cambios, ha sido clausurada por
la violencia del Estado. Es fundamental fortalecer las batallas actuales por la
Soberanía, la equidad, la democracia Participativa real, la justicia social y
la dignidad serán uno de los objetivos claves de la nueva izquierda Latinoamericana
,de igual manera la lucha de los Pueblos, necesariamente debe transitar por la
reivindicación de los sujetos políticos con visión crítica y auto-crítica en el
desarrollo de la organización de la Clase Popular y sus proyecciones emancipadoras,
porque nutre y en realidad constituye un enorme ideario político que nos
permitirá asumir las grandes batallas contra el Imperialismo en la Construcción
de la Nueva Sociedad.
La lucha por un sistema
humanista sigue siendo la opción lógica para los pueblos excluidos de la
tierra, hoy es imprescindible un nuevo orden social propio de los pueblos,
donde prime la dignidad, el respeto entre las personas y los pueblos, que dicho
sistema, de manera integral y creadora, recoja el sentir de todos y todas por
una convivencia en armonía con nuestro entorno natural, geo-territorial, espiritual
y cultural.
Desde la universidad pública
Le apostamos a una educación popular dentro de la perspectiva de un cambio
social, que va de la mano del conocimiento, la acción y reflexión con noción de
la práctica y la teoría, a través de los sueños, de los imaginarios y las
mentes, no solo de la intelectualidad sur si no también del mundo. Operando
desde los discursos y que esté centrado
en el desarrollo de seres humanos integrales y libres que sepan amar, pensar,
actuar y transformar.
Nosotros como movimiento
estudiantil C4 (Construyendo una Colombia con Conciencia Critica).
Consideramos y proponemos:
Que es necesario la construcción de un proyecto
cultural y comunicativo alternativo que haga frente a la cultura hegemónica,
visibilizando las realidades de los sectores populares y potenciando sus
iniciativas desde los estudiantes y la mejor manera de iniciar es propiciando un
espacio para que se abra el debate y discusión entorno al tema de la paz en
Colombia en construcción de la misma de forma masiva, participativa e
incluyente tomando como base la autodeterminación como pueblo.
Construir un movimiento
estudiantil nacional, superando los localismos y diferencias mínimas heredadas
de tal manera que desde allí se genere una universidad comprometida,
cohesionada, proyectada en una transformación conjunta educación, universidad y
sociedad. Teniendo presente y clara una vez más aquella frase de Camilo Torres
Restrepo “Insistamos En Lo Que Nos Une, Y Prescindamos De Lo Que Nos Separa En
La Lucha Revolucionaria”; en la cual debemos tomar como base de todas nuestras
reivindicaciones en lo largo de nuestra lucha y construcción una sociedad libre,
soberana, justa y equitativa.
Nuestro deber y compromiso
como estudiantes, universitarios, mujeres y hombres nuevos con la sociedad, con
el pueblo; es prioridad cuidarla y defenderla como nuestro Hogar, nuestro
territorio; por que en la educación y los libros encontraremos la salida. Forjemos
juntos una universidad, deliberativa, participativa, democrática, politizada,
critica, creativa y beligerante. Teniendo en cuenta que es el útero de complicidad
creadora en la gestación subversiva del orden nuevo cimentado por su propio
pueblo desde las aulas.
Al mismo tiempo revindicamos una vez más el tropel como
escenario de ejercicio político de la protesta beligerante que es la expresión
legítima y accionada de la digna rebeldía de un pueblo cansado de ser engañado,
de arbitrariedades, que manipulen y mancillen sus derechos, soberanía y
libertad.
El
tropel al menos en este país ya está en cierto menosprecio creciente, pero
realmente no es que haya perdido su significado político-ideológico, sino que
simplemente unos cuantos toman la iniciativa en nombre del resto, de ese
“resto” que vive bajo la intimidación o alienación, pues serán tachados de
terroristas y criminales porque aunque la lucha sea justa, no todos la
entienden porque los mismos medios masivos de comunicación se han encargado de
deslegitimarlo y estigmatizarlo a tal punto de desinformar y desviar el
verdadero objetivo del tropel ante la opinión publica.
La
lucha beligerante hace parte del ejercicio político y herramienta para cumplir
dicho sueño, hay que tomarla con un sentido crítico, responsable y sobretodo
ético. Claro está, que de igual manera la lucha no se puede dejar impregnar de
dicho sesgo, o pelea entre banderas de quien es más marxista que el otro. La
lucha beligerante por supuesto no es la única manera; como último aporte, el
carácter y la responsabilidad de aquellos que deciden tomar y encabezar la
lucha, puesto que también es su falta una causa de la perdida de fe en el
movimiento como tal y en su acción de lucha.
Resaltamos
que “Si Nosotros Queremos Educar La Sociedad, Primero Debemos Educarnos
Nosotros Mismos”, ya está claro que la lucha beligerante y estudiantil que
hemos decidido encarar, no es un papel fácil de llevar pero tampoco imposible,
por factores como: la represión directa a la hora del enfrentamiento (fuerzas militares)
la opinión pública, desfavorecedora, menospreciante y por último la
desaparición forzada -fenómeno tan normal como la pobreza en este país- de ahí
a que la frase “La Capucha Nos Iguala En
La Lucha” no es porque suene bien, sino porque precisamente protege nuestra
identidad y seremos identificados como rebeldes y guerreros de sueños y
utopías. Nos brinda el derecho a la defensa y la justicia popular hacia
nuestros opresores, nos convierte en un ejercito estudiantil –hablando en
plural, puesto que NO es un acto individualista sino por un sentimiento
comunitario o en común por el hecho de ser engañados, ultrajados y maltratados
llamando una vez mas a la “UNIDAD”-capaz
de enfrentarse al ejercito represivo e iniciar una lucha encausada en pro de un
beneficio para todos, de la mano de su hermana la lucha pacifica y masiva como
intimidación ante el enemigo, como símbolo de inconformidad y carácter para
exigir una solución ante el problema que nos agobia, por sentimientos de amor y
hermandad, que es importante y valioso resaltar los grandes resultados
obtenidos en diferentes escenarios de movilización y reivindicación… pero en
caso de ser alterada, maltratada y desquebrajada, Su hermana la lucha beligerante
estará presente en su ayuda de igual manera basada en el amor y la hermandad
pero con un sentido de justicia directa. Por tal razón la formación académica,
ideológica y ética – el buen socialista que Ernesto “el CHE” Guevara proponía-
como nacientes y futuros revolucionarios, protagonistas de este contexto
libertario es necesaria para ir forjando las bases de los distintos escenarios
y situaciones ante los cuales nos iremos enfrentando, construyendo poco a poco
el tan anhelado triunfo y no esperar el “triunfo” para empezar la reeducación
de la sociedad.
Esta
“reeducación” es importantísima puesto que despertara mentes, aumentara camaradas,
simpatizantes y lo mas importante es que construirá una conciencia crítica en
cada uno, des estigmatizando el concepto de la capucha como tal. La capucha es
símbolo de rebeldía, una forma legítima de lucha y resistencia popular del
estudiantado, por que ni por miedo, ni
cobardía nos tapamos el rostro, sino por seguridad, valentía y por la necesidad
de decir lo que se tiene que decir o que es lo que ellos no quieren escuchar. Para
finalizar Realizamos un llamamiento a la unidad
no solo Estudiantil sino POPULAR.
Movimiento Estudiantil C4 (Construyendo una Colombia con Conciencia Critica).
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